EL SACO DE PROPOSICIONES

En el desarrollo de toda Tenida Masónica debe de hacerse circular el  Saco de Proposiciones; más aún, se dice que sin cumplir este requisito toda Tenida deja de tener su valor reglamentario.

De lo anterior se deduce que la circulación del S. de P. es de una gran trascendencia; y por consiguiente el origen y la finalidad de este hecho es de una gran importancia.

La circulación del S. de P. representa, a mi juicio, la Libertad de expresión que existe dentro de la M:.además, y debido a que en su circulación participan todos los Q:. H:.presentes, este derecho a la expresión, es igual para todos ellos. Más aún, y por considerar que en el S. de P. se pueden introducir sugerencias formuladas por profanos, el S. de P. representa el oído que posee cada R. L. hacia el exterior; significa la puerta de con­tacto que cualquier profano puede golpear para conectarse con la M:.

Analizada desde otro punto de vista, el hecho que se permita a todo ser humano realizar una proposición, y que por lo tanto deba ser escuchada por una R:. L:. , o sólo por su V:. M:. , significa la práctica del principio de Tolerancia predicado por esta institución.

Por ser la acción de la circulación del S. de P. demasiado trascendente, es evidente que su resultado, la proposición  en sí, debe estar sometida a una reglamentación que garantice su efectividad y su funcionamiento, en armonía con los otros principios de nuestra Augusta Orden.

Una de las primeras condiciones que debe cumplir toda proposición para poder ser analizada en una Tenida, es que sea apoyada, por lo menos, por un Q:. H:. (Además del proponente). Con esto se quiere evitar que el Taller se vea abocado en un tema que es producto de la mente de un sólo q:. h:. , y por consiguiente muy impredecible; Mientras que al exigírsele el apoyo mínimo  de otro q:. h:. la proposición ya es más meditada.

Una segunda condición que debe satisfacer toda proposición para que pueda ser analizada por un Taller, es que sea sometida a su consideración por el V. M.  Esta acción forma parte de la autori­dad del V:. M:. y su justificación, a mi juicio, se basa, además del aspecto de orden en la Tenida, en el hecho que todo el Taller confía en el criterio y personalidad del q:. h:. que ha sido designado con el cargo de V:. M:.. ( Uno de los principios básicos de Organización en toda agrupación, es la obediencia a las decisiones adoptadas por las autoridades regularmente constituidas).

Cumplida estas dos circunstancias pasa el Taller a analizar la proposición; y desde este instante son las columnas, prácticamente, las dueñas de ellas; y por consiguiente puede decidir sobre ella.

Las decisiones que un Taller puede tomar con respecto una proposición son las siguientes: a.- Diferirlas indefinidamente; b.- Diferirlas temporalmente; c.- Pasarla a comisión con las consideraciones ya formuladas en su debate inicial; d.- Aprobarla tal como fue presentada; e.- Aprobarlas con las modificaciones introducidas en el debate; y f.- Rechazarla.

Con respecto a la decisión adoptada por el Taller sobre una proposición, sólo el Orador en ejercicio puede hacerle las observaciones que considere adecuada, cumpliendo así con su  función de Fiscal. Y todos los q:. h:. , incluso el Orador, pueden ocurrir de queja ante la M. R. G. L., si creen que se han cometido algunas infracciones.

Regresemos ahora, nuevamente, a analizar el hecho de la circulación del S. P., o sea la oportunidad que se nos brinda  en toda Tenida de realizar las sugerencias que estimemos adecuadas.

Al brindársenos esa oportunidad prácticamente se nos inhabilita para poder hacer una crítica a las decisiones que adopten las autoridades del Taller. Así que cada q:. h:. que no se encuentre satisfecho con una decisión, debe pensar que lo correcto es presentar una proposición y hacer notar sus opiniones e ideas; y nunca debe criticar, menos aún cuando esta crítica es  exclusivamente destructiva, sin proponer alternativas positivas diferentes.

Como todos tenemos la posibilidad de formular proposiciones, además que debemos permitir que otros también puedan formularlas, lo que se desea obtener es un verdadero intercambio de opiniones; y que durante el debate actuemos con la mayor sinceridad, y que participemos en forma breve y concisa, y que escuchemos con mucho interés las otras proposiciones; de esta manera la decisión que se adopte será el verdadero sentir de todos los q:. h:. Presentes, y fruto de la armonía que reina en el Taller.

Se observa en algunos Talleres que los instantes en que circula el S. de P. se produce un verdadero relajo del ambiente que debe imperar en un Templo; y durante esos momentos algunos q:. h:. aprovechan para contarse las últimas novedades profanas; y que cuando pasa el q:. h:. 1º Experto con el S. de P. realizan unos gestos infantiles y profanos. Todo esto va en desmedro de la Armonía que debe imperar en una Tenida.

Estamos tan acostumbrados a que se nos brinde la oportunidad de opinar y proponer, que no valoramos debidamente estas opciones; especialmente cuando se le llega a considerar casi una rutina.

Para facilitar esta valoración, deseo comparar esta opción con lo que sucede, muchas veces, en ambientes profanos:

En algunos países en estos momentos están muy felices porque las autoridades le han permitido al pueblo que exprese su opinión; y consideran como un gran adelanto (y en efecto  para ellos lo es) el hecho que los Tribunales de Justicia reconozcan el derecho que tienen los ciudadanos de disentir respecto lo que expresan los Gobernantes de turno.

En otros países no se permite que algunos ciudadanos profesen determinadas ideologías que no coincidan con las que poseen los que en esos momentos posean el poder.

En tiempos pasados debemos recordar la existencia de Tribunales que juzgaban y condenaban a las personas, por sus creencias religiosas; y que los castigos que imponían  eran terribles, incluso la muerte en la hoguera.

En muchas entidades para impedir que determinados integrantes emitan sus opiniones se realizan todo tipo de triquiñuelas: reuniones extraordinarias que han sido avisadas a sólo un grupo de sus integrantes; no asistencia a las reuniones para impedir que se forme el quórum; abandonar el lugar de reuniones para que éstas se suspendan por falta de quórum; etc.

Para terminar quiere exhortar a los q:. h:. que mediten sobre la trascendencia de un acto tan simple, casi rutinario, que se realiza en todas las Tenidas: la circulación del S. de P.

 

M. Gutiérrez S. M:. M:.

R:. L:.Diego de Ordaz nº 175.

Or:.de Puerto Ordaz, Venezuela, Agosto 1983. (e:. v:.)

 

Williams Villalobos Valerio.
Casilla Postal N°. 4972
Guayaquil - Ecuador
wvillalobos@gye.on.net.ec
 

VEA Y FIRME NUESTRO LIBRO DE VISITA
PARA ENTRAR DEBEIS TOCAR Y HACER UN CLICK AL 
 LIBRO  QUE APARECE ABAJO

DELE CLICK PARA ENTRAR AL LIBRO DE VISITA