Un estudio descubre el mecanismo cerebral que
provoca los 'viajes astrales' Este fenómeno se debe a una anomalía en la representación mental del
propio cuerpo
Por: PABLO JAUREGUI
La ciencia acaba de derribar uno de los grandes mitos de la
parapsicología. Un estudio que publica hoy la revista Nature demuestra
que los llamados viajes astrales o desdoblamientos en los que el alma de
una persona supuestamente abandona su propio cuerpo y levita en el aire
tienen una sencilla explicación biológica.
El neurólogo Olaf Blanke y sus colaboradores del Hospital Universitario
de Ginebra han identificado por primera vez el mecanismo cerebral que se
esconde detrás de estas experiencias aparentemente paranormales. Sus
investigaciones han dejado claro que este fenómeno tiene muy poco que
ver con el más allá o la otra vida, y se debe en realidad a una extraña
anomalía en los procesos cerebrales que determinan la representación
mental de nuestro propio cuerpo.
Como ha ocurrido muchas veces en el mundo de la ciencia, el
descubrimiento de estos investigadores fue totalmente accidental. Blanke
y sus colegas estaban investigando el caso de una mujer de 43 años que
llevaba 11 años sufriendo ataques epilépticos frecuentes.
Un cuerpo flotante
Inicialmente, los neurólogos intentaron identificar el origen cerebral
de este trastorno mediante técnicas de visualización por resonancia
magnética. Sin embargo, este procedimiento no logró aclarar las causas
de la epilepsia, y el doctor Blanke decidió implantar unos electrodos en
el cerebro de la mujer para analizar el problema con más profundidad.
Fue entonces cuando, al llevar a cabo esta detallada exploración, la
paciente repentinamente tuvo la sensación de que estaba flotando en el
aire fuera de su propio cuerpo. «¡Me veo a mí misma tumbada en la cama,
desde arriba!», exclamó la mujer al iniciar su sorprendente viaje
astral. En ese momento, los investigadores se dieron cuenta de
que, justo cuando la mujer entró en este extraño estado de trance,
habían estimulado con impulsos eléctricos una región cerebral conocida
como el girus angular.
La evidencia de este estudio indica, por lo tanto, que en esta zona del
cerebro se encuentran todas las claves empíricas que explican este tipo
de experiencias supuestamente sobrenaturales.
Para verificar sus observaciones, los científicos volvieron a estimular
varias veces el girus angular de la paciente epiléptica, y en cada
ocasión, la mujer decía que estaba experimentando sensaciones
extracorporeas, como si estuviera hundiéndose en un barco o cayendo de
un precipicio.
Tras una de estas descargas, la paciente exclamó que se sentía como si
su cuerpo no pesara nada, y dijo que le parecía estar «flotando» por
encima de la cama, a una distancia de dos metros.A continuación, los
médicos le pidieron que observara sus piernas mientras le sometían a una
nueva
estimulación eléctrica. En este caso, dijo que le daba la sensación de
que sus piernas se les estaban haciendo más cortas. Y cuando le pidieron
que doblara los brazos, le pareció que se volvían contra ella, como si
le fueran a golpear. En definitiva, al estimular el girus angular del
cerebro de esta mujer con reiteradas descaragas elétricas, los
investigadores comprobaron que esto provocaba una extraordinaria
disociación entre el cuerpo y el yo de la paciente.
Por lo tanto, el estudio ha demostrado con claridad que esta región del
cerebro desempeña un papel crucial en el sistema neuronal que determina
la representación mental que una persona tiene de sí misma y de su
propio cuerpo.
Un trastorno fisiológico
En principio, la evidencia del trabajo sugiere que los viajes astrales
que experimentó esta mujer durante las pruebas a las que le sometieron
sus médicos no tuvieron nada que ver con la epilepsia. En el pasado, la
paciente jamás había tenido sensaciones de este tipo durante sus
ataques, y además, los neurólogos finalmente hallaron las causas de su
epilepsia en otra zona del cerebro.
Sin embargo, el caso de esta mujer epiléptica ha servido para
identificar, por pura casualidad, la anomalía cerebral que se esconde
detrás de un fenómeno para el que hasta ahora no existía ninguna
explicación científica clara, pero que muchas personas ven como un vuelo
sobrenatural del alma humana.
El doctor Blanke y sus colegas reconocen que todavía no comprenden del
todo el mecanismo neurológico que causa estas extrañas sensaciones
extracorporeas, ni las razones por las que muchas personas dicen
haberlas experimentado en experiencias cercanas a la muerte.Futuros
estudios intentarán determinar con más claridad la forma exacta en la
que una estimulación anormal del girus angular nos puede hacer creer que
estamos levitando.
EL MUNDO - Madrid
19 de septiembre de 2002
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